El cuadro azul ya está clasificado para la ronda eliminatoria de la copa Santander Libertadores.
En un verdadero baile se transformó el partido jugado anoche en suelo venezolano. Universidad de Chile venció 3 a 1 a Caracas, consolidando su gran momento y de paso, clasificando automáticamente a la segunda fase, además de quedar como lider absoluto de su grupo en el torneo.
El desfile de goles chunchos fue durante el primer tiempo. A los 18 minutos, luego del ingreso de Vargas (Puch se lesionó), Victorino abrió la cuenta en magistral jugada. El 2 a cero vendría de manos del Palote Olivera, ejecutando el penal sancionado al ser derribado frente al arco de los venezolanos a los 31'. El tanto definitivo lo marcaría el Mati Rodríguez, sólo 4 minutos después tras habilitación de Contreras.
Terminado el primer tiempo, y durante el complemento, se vio la cara más fea del fútbol. Los de Caracas pegaban duro y no había control por parte del árbitro. Incluso el partido debió ser suspendido momentáneamente luego de que se escucharan balazos (Sí! A tunazo limpio mierda), desde las gradas donde se encontraba el equipo local. Además, grupos de hinchas camuflados entraron a la barra de la U agrediendo a los fieles azules. Finalmente, a los 94 minutos el árbitro dio el pitazo final, aun cuando faltaban 3 minutos de tiempo agregado.
Luego del bochorno, los dirigentes del titular universitario aseguraron que se quejarían ante el comité organizador, pues a su modo de ver no es posible que se jueguen partidos de tal magnitud en un estadio donde los hinchas entran armados.
¿Qué pasaría si, en el súperclásico Colo Colo- U. de Chile los cabros de la GB y Los de Abajo entraran con tunas, hechizas y otros? Acuérdense señores de la imagen del Barti siendo apuñalado por el Huinca en pleno estadio.
