Jeans rotos a la rodilla, camisa escocesa y el pelo desordenado. Sucio, mal vestido y con una guitarra vieja, bajo un puente en Seattle con una jeringa en el brazo. Probablemente es la imagen clásica que puede tener el imaginario colectivo de Kurt, ex lider de Nirvana, considerada por muchos como la banda insigne de la generaciñon X o de los noventa. Autodestrucción, tristeza y poca fe en el futuro, pero mucha fuerza para decir lo que pensaba sobre el estilo de vida americano y la podredumbre mental de los adolescentes. Kurt es leyenda, y así seguirá siéndolo.
Personalmente no me agrada, siento que fue el niño mimado de las disqueras, que fue el que vendió el último retazo que quedaba de la gran bandera del Rock&Roll, que gracias a su imagen se transformó la escena a nivel mundial, ya no importando la crudeza de los bajos ni la potencia del mensaje. Fue la excusa perfecta de las disqueras para vender la música que siempre fue betada por ellos mismos. Objeciones y juicios aparte, Kurt logró algo que nadie había hecho, y además hizo crecer exponencialmente el número de seguidores de una cultura que se daba casi por muerta.
Sea como sea, el blondo nacido en Aberdeen, radicado en Seattle y adicto a la heroína no podía dejar este mundo sin antes hacer leyenda. El día 8 de abril, un trabajador de la empresa Veca Electric encontró el cuerpo sin vida de la leyenda. La autopsia reveló la data de muerte, fijándola 3 días atrás, el 05 de abril. El deceso, en un principio un suicidio sin lugar a dudas, fue polémico. Kurt tenía 3 veces la cantidad de heroína necesaria para una dosis letal, lo que significa que no hubiese podido levantar la escopeta ni mucho menos disparar. Courtney, en ese entonces su esposa, fue objeto de miradas y comentarios, una vez se supo del pequeño incidente ocurrido tiempo atrás. Courtney no se ha referido al respecto, y el misterio continúa.
Las letras deprimentes, la autodestrucción y la tristeza de su partida son parte del recuerdo que guardan los fans. Nota aparte: el Disco Nevermind fue nombrado así como tributo a Sex Pistols y su único album: Nevermind the Bollocks, here's the SexPistols. Kurt es el 12º guitarrista más influyente, segun la Rolling Stones y se le llama el último Rock Star de la historia del rock.
